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Capítulo 23 Inicio del divorcio

Anoche, después de tomar una decisión, Ethan se fue a casa y durmió profundamente.

Temprano a la mañana siguiente, la Mansión del General estaba llena de actividad. El divorcio, al igual que el matrimonio, requería mucho esfuerzo.

Aiden fue a reunir a los jefes de las familias Anderson y James, mientras que Noah, el hermano mayor de Ethan, se dirigió al Oeste para buscar a la casamentera. Necesitaban testigos para confirmar las malas acciones de Ava.

Tanto la Mansión del General como la casa del Marqués del Norte eran poderosas. Un divorcio entre tales familias debía manejarse con cuidado.

La familia Anderson había disminuido con los años. El padre de Ava, el Duque Anderson, había perdido a sus tres hermanos en batalla. El Duque tenía seis hijos y una hija, con cinco hijos casados y formando familias. El padre y sus seis hijos habían perecido en la Frontera del Sur. Trágicamente, hace seis meses, todos los nietos fueron asesinados en un intento de asesinato. Ava era la única descendiente sobreviviente.

Una rama lejana de la familia, liderada por Samuel Anderson, aún tenía influencia. Samuel, aunque no era el jefe oficial, era respetado por Ava como un gran tío abuelo.

Samuel y su familia vivían en la Ciudad Capital, enfocándose en los negocios en lugar de la política. Samuel había manejado las secuelas de la masacre que golpeó a la familia del Marqués del Norte.

El nonagenario Samuel llegó a la Mansión del General con su nieto, Thomas, que estaba en sus cincuenta.

Los Anderson estaban molestos por el inminente divorcio. Algunos pensaban que Ava estaba siendo agraviada, mientras que otros lo veían como el karma para la otrora poderosa Mansión del Marqués del Norte.

Samuel estaba furioso cuando recibió la noticia. Ignorando el creciente estatus de Ethan, gritó:

—¡Los hombres a menudo se desvían, pero abandonar a tu esposa por una concubina es una desgracia! ¡Si la Mansión del General no puede explicar, llevaré esto ante Su Majestad! Me queda poco tiempo y no temo nada. ¡No permitiré que se maltrate a un Anderson!

Aiden, conociendo el temperamento de Samuel, trató de calmarlo.

—Señor Anderson, queremos resolver esto de manera justa. Por favor, sea paciente.

Thomas añadió:

—Abuelo, demosles una oportunidad para explicar. No debemos juzgar antes de saber todo.

Samuel, aún enojado, dijo:

—¿Qué hay que escuchar? ¡Ethan estuvo ausente un año y Ava se comportó perfectamente! ¡Respetó a sus mayores, fue amable con los jóvenes y manejó bien la casa! ¡¿Cómo puede tratarla así?!

Ethan, consciente de la delicada situación, no invitó a los vecinos. La Mansión del General estaba rodeada de altos funcionarios, y su presencia podría complicar las cosas.

Pensó en llamar al registrador oficial, pero decidió no hacerlo. Entregaría el certificado de divorcio él mismo para evitar atención innecesaria.

Mirando a Samuel, Ethan dijo con calma:

—Señor Anderson, entiendo sus preocupaciones. Esperemos hasta que todos los involucrados estén aquí. Tendrá la oportunidad de expresar su opinión.

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