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Capítulo 295 Abrumado por la conquista

—¡Sebastián! Acabas de salir de la cama de otra chica. ¡Ni pienses en tocarme! —escupió Brooklyn, su voz goteando asco.

El rostro de Sebastián se tensó, su corazón dolía, pero no estaba dispuesto a mostrar debilidad. Tratar con Brooklyn a veces significaba jugar duro. —Está bien, entonces el sofá s...