Read with BonusRead with Bonus

Capítulo 28 Una cascada de revelaciones desagradables

Exhalando profundamente, Brooklyn finalmente terminó la tarea de vendar su herida. Se limpió el sudor de la frente con el dorso de la mano, el esfuerzo hizo que su piel, usualmente clara y radiante, se sonrojara ligeramente. Sus labios, pálidos por morderse nerviosamente, exudaban una vulnerabilidad...