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Capítulo 229 El dolor abrasador

Sebastián finalmente se apartó, sonriendo con picardía. —Quieres más, igual que yo. Pero tienes razón; deberíamos esperar hasta que mi herida sane.

Se rió. —No hay prisa, tenemos mucho tiempo después de que me recupere. Me encargaré de mi lesión.

Brooklyn se mordió el labio, tratando de levantarse...