Read with BonusRead with Bonus

Capítulo ochenta y seis

AMELIA

Era de mañana. Me había despertado unas horas antes, pero ni siquiera había pensado en salir de mi habitación. Simplemente me quedé acostada en la cama, mirando al techo en silencio. Había dos razones por las que me escondía en mi cuarto: no estaba lista para hablar con nadie aún. Y la segun...