Read with BonusRead with Bonus

Capítulo cincuenta y tres

NOAH

—¡Tío Noah! ¡Tío Noah!

La voz aguda y urgente de Louise me hizo apartar la vista de la carretera por un segundo. Había estado muy callada durante el viaje porque estaba absorta mirando los lugares y las personas que pasábamos. Ahora saltaba emocionada en el asiento del coche mientras señalaba...