Read with BonusRead with Bonus

Capítulo cuarenta y ocho

AMELIA

—Y conoces a Lucy, por supuesto —dijo Betty—. ¿Qué te pasa, querida? —preguntó finalmente, notando mi estado de ánimo.

—Nada —dije rápidamente—. No sabía que Lucy vendría.

—Soy diseñadora de moda, ya sabes, un hecho que mencioné cuando cenamos en casa del alcalde. Betty me quiere aquí por ...