Read with BonusRead with Bonus

Capítulo treinta y nueve

AMELIA

Era un día gris, pensé mientras pisaba el acelerador del coche. Las nubes eran grises. El cielo era gris. Si tuviera que describir mi estado de ánimo en una palabra, diría que era gris. ¡Maldita sea! Incluso el coche detrás de mí era gris.

Frunciendo el ceño, me enderecé y volví a mirar el ...