Read with BonusRead with Bonus

Capítulo ciento cuarenta y nueve

AMELIA

Al día siguiente, me senté en mi escritorio en la oficina de la panadería, y mi atención estaba en la televisión montada en la pared.

La presentadora de noticias matutinas estaba a mitad de frase, pero ya sabía lo que iba a decir. Mi sonrisa se ensanchó mientras escuchaba.

—El evento d...