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134.La amarga ceremonia de apareamiento del rey vampiro

Mia

Era el cuarto día que estábamos aquí sin comida ni agua. Los calambres en mi estómago se volvían más dolorosos y cada vez era más difícil ocultar cómo me sentía ante los chicos. Ellos se iban a culpar y sentirían culpa todo el día por verme aquí y en dolor.

No quería eso, ni para ellos ni para...