Read with BonusRead with Bonus

Desentrañando la verdad

Taya apenas podía escuchar a Damian, pero oyó lo suficiente.

Se quedó allí sin moverse. Cuando Damian abrió la puerta y la vio, su apuesto rostro se congeló.

—Taya…

Después de un momento de vacilación, Damian reaccionó rápidamente y señaló su teléfono. —Uno de los miembros de mi manada tiene un prob...