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El abismo de la traición

Taya fue sorprendida cuando alguien le agarró la muñeca.

Sobre su cabeza, una voz clara y agradable dijo —Hermana, ven conmigo.

La persona guió a Taya a través de la multitud, evitándola hábilmente, y tras varios giros y vueltas por el oscuro pasillo, salieron de la cocina del café.

Una motocicle...