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Preocupaciones tácitas

Taya miró a Stella con sospecha. Tenía unos ojos tan claros como el agua de un manantial, el tipo de ojos que no solo Griffon, sino incluso Stella, encontraban difíciles de resistir.

Stella no se atrevía a mirar a Taya, solo la levantó, la sostuvo por los hombros y la empujó hacia la villa.

—Está ...