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La primera mano

—¡Eres demasiado arrogante!

Friedman resopló y golpeó la mesa, señalando al crupier que preparara las cartas.

El crupier barajó las cartas y las colocó sobre el tapete verde.

Friedman levantó su mano enguantada de blanco y repartió dos cartas seguidas a cada jugador en la mesa de juego.

Como cru...