Read with BonusRead with Bonus

Obligado por el destino

El rostro apuesto de Amon estaba lleno de indiferencia. —Puedes negarte, pero ni pienses en volver a casa...

Taya se quedó atónita. Amon tocó la caja de joyas con el pasaporte y dijo: —Te esperaré cinco minutos.

En otras palabras, solo le daría una oportunidad. Si no aceptaba, no podría regresar e...