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Odio desatado

Tan pronto como su madre y su gente se fueron, Griffon miró a Frank, quien había estado parado en silencio en la esquina.

—Consigue un médico para Stella.

Frank asintió y salió apresuradamente de la habitación.

Stella luchó por mirar a Griffon.

—Lo siento, Alfa...

—No es tu culpa —dijo él con ...