Read with BonusRead with Bonus

Fuerza y soledad

Viendo que Taya soltaba un largo suspiro, Harper no se sintió agraviada, sino que la consoló con una sonrisa.

—No te preocupes. Es solo un poco de dinero. Lo recuperaré en el trabajo.

¿Cómo no iba Taya a preocuparse por ella? Taya sabía cuánto dinero había ganado Harper a lo largo de los años. Au...