Read with BonusRead with Bonus

98. Un defecto de personalidad

—¿No puedes hablar con... tu bestia? —pregunto, tratando de entender la complejidad de su condición.

—Él no me escucha —admite, con una nota de resignación en su voz—. Lo he hecho demasiado poderoso.

—Pero tú lo creaste, así que puedes controlarlo, ¿verdad? —le digo, intentando iluminar su oscuro ...