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Permanecer sin ser visto

El sonido de los aullidos hizo que Alexia mirara a su alrededor. Sonaban cerca, pero venían de todas direcciones. Cambiando su peso de un pie al otro, pensó nerviosamente en cuál sería su próximo movimiento.

Siguiendo el río, corrió desde el lugar donde había estado, salpicando el agua con prisa. S...