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Al día siguiente

El cielo aún estaba oscuro cuando Alexia se despertó. Miró a su lado y vio a Caspian durmiendo plácidamente, con un brazo rodeándola y acercándola a su cuerpo. Extendió la mano y acarició cuidadosamente su rostro, sintiendo el cálido toque de su piel. Su mano trazó la línea de su mandíbula, un dedo ...