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Junto con la Luna

Enzo no dudó. Sus labios se posaron sobre los de ella, y en un instante, la envolvió en sus brazos, haciendo que el aliento abandonara su cuerpo.

Ella jadeó para tomar aire. Tan pronto como el oxígeno llenó sus pulmones, sus labios volvieron a los de ella.

Su lengua suplicaba entrada mientras sus ...