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¡Ahora estoy muerto!

ALINA

Antes de que todos se fueran, una de las sirvientas se tomó la libertad de mostrarme toda la mansión gótica pero celestial de Dante. Los pasillos brillantemente iluminados eran impresionantes al iluminar nuestro camino. No podía contar cuántas puertas me estaban mostrando.

Desde el estudio d...