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Necesito a Alina.

DANTE

Me quedé en la puerta de la habitación de Alina, observándola mientras dormía plácidamente.

Cuando llegamos a casa ayer, ya era pasada la medianoche y Alina estaba muy cansada. Su cuerpo lo decía en millones de formas.

Ya se había quedado dormida sobre mí cuando volvimos en coche y tuve que...