Read with BonusRead with Bonus

Ya no es su criada

DANTE

Podía ver la confusión reflejada en su rostro. Alina me miraba con los ojos bien abiertos, como un ciervo atrapado en los faros de un coche. Un breve silencio se interpuso mientras nos mirábamos el uno al otro.

—¿Perdón? —Alina finalmente rompió el silencio.

Mechones de su cabello ondulado y...