Read with BonusRead with Bonus

El afortunado

A la mañana siguiente, Visenya continuó con su vida miserable como de costumbre. Preparó un desayuno sencillo para Lucian y se sorprendió al ver que él no se quejó ni una sola vez. Su humor parecía un poco más tolerable, pero ella aún sintió un alivio cuando él se fue a dondequiera que lo llevaran s...