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Capítulo 232

Emilia

Cuando llegué a casa, intenté poner buena cara e incluso grité a los chicos:

—¡Cariños, ya estoy en casa!

Dante respondió que estaban en la cocina. Cuando entré en la cocina y los vi a los dos, comencé a llorar. Estos dos chicos han estado conmigo en las buenas y en las malas y ahora otros...