Read with BonusRead with Bonus

Sí, por favor

Adea

La respuesta que esperaba nunca llegó. Mi compañero, ignorándome, se inclinó hacia adelante y me alcanzó. Sus manos se deslizaron bajo mi camiseta que colgaba alrededor de mis muslos y subieron hasta agarrar mis caderas. Me levantó fácilmente y fui arrastrada hacia adelante hasta que mi pecho ...