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Impresionante

Adea

Fue difícil levantarme de la cama esta mañana. La cama se hundió y Ethan me despertó enterrando su cabeza entre mis piernas. Me sorprendió gratamente cuando su lengua recorrió todo el camino desde mi abertura hasta mi clítoris.

—¡Ethan! —jadeé.

—Joder, sí —gruñó—. Soy un hombre afortunado —d...