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Luego hubo dos

Adea

Mi atención volvió al campo. Mientras lo escaneaba, noté que el número de participantes había disminuido casi a cero. Quedaban siete personas en el campo y, cuando uno de los oponentes, a quien reconocí como el hijo de un Delta, lanzó un puñetazo a la cara de su oponente, este cayó completamen...