Read with BonusRead with Bonus

Capítulo 52

—¡Sí, porque Dios no permita que sea un simple y humilde humano! ¡No querríamos que tu preciosa línea de sangre se contaminara con eso, ¿verdad?! —le grité mientras me levantaba de mi asiento—. Excepto que no me importa un carajo mi padre, ni su familia, y no quiero tener nada que ver con ellos. Así...