Read with BonusRead with Bonus

CAPÍTULO OCHENTA Y UNO

Después de un rato, llegamos al centro comercial. Era enorme, tal como lo recordaba. Había venido aquí con Stephanie muchas veces, pero nunca compré nada serio. Me puse las gafas de sol, no quería que nadie me reconociera. Salimos del coche, con Mateo y el resto de los hombres siguiéndonos.

La gent...