Read with BonusRead with Bonus

CAPÍTULO SETENTA Y CINCO

Estaba caminando por el comedor en dirección a la cocina cuando escuché un grito fuerte, lo que me hizo apresurar el paso. Entré corriendo y vi a Victoria agarrando fuertemente el cuello de Zoey mientras ella lloraba, estirándose hacia la mano de Victoria.

—¿Qué demonios, Victoria? —grité, acercánd...