Read with BonusRead with Bonus

CAPÍTULO SETENTA Y TRES

Han pasado dos semanas desde que volví del hospital y he sido tratada como un bebé, no por Sin, sino por Zoey. Ambos intentan hacer todo por mí y se niegan a dejarme mover un dedo, lo cual es a la vez exasperante y agradable.

He estado encerrada en la habitación todo el día, principalmente porque e...