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CAPÍTULO CUARENTA Y DOS

—Por mucho que me encantaría hacer esto todo el día, necesitamos vestirnos y necesito que empaques algunas ropas y las cosas necesarias para un viaje de una semana —dice Sin, y frunzo el ceño—. Tengo un asunto de negocios que atender y vienes conmigo.

—Negocios —fruncí el ceño—, ¿qué tipo de negoci...