Read with BonusRead with Bonus

CAPÍTULO CIENTO CINCUENTA Y OCHO

Me desperté en una cama vacía y con el cuerpo renovado. Miré el reloj a mi lado y me sorprendí al ver que eran las 5 p.m.

Vaya, debo estar realmente cansada.

Había sido el primer sueño cómodo que había tenido en semanas, y esta vez, pude descansar lo que tanto necesitaba.

Han pasado dos días desde q...