Read with BonusRead with Bonus

CAPÍTULO CIENTO CINCUENTA Y TRES

—¡Hola, Mani, Samantha! —saludó Athena. La abracé, luego abracé a Serena, y ambas nos dirigimos al coche. Con Serena y Iatis en la parte trasera y Athena y Samantha en la delantera.

—Hoy va a ser un día largo; espero que estén preparadas —dijo Athena.

—Me gustaría decir que sí, pero estaría mintie...