Read with BonusRead with Bonus

CAPÍTULO CIENTO CUARENTA Y SEIS

—Vámonos de aquí —sugirió Sin, con una mirada que prometía lo que vendría más tarde esa noche. Mi respiración se entrecortó y apreté mis muslos, tratando de contenerme.

Asentí con la cabeza, ya que no confiaba en mi voz. Él tomó mis manos y ambos salimos de la habitación. Mis pasos se detuvieron cu...