Read with BonusRead with Bonus

CAPÍTULO CIENTO CUARENTA Y TRES

—Por favor. Por favor —puse mi mejor cara de cachorrito.

—No, Mani, necesitas descansar —dijo Sin—. Y buen intento con la cara; no importa lo increíblemente linda que te veas, no voy a caer.

Resoplé, saliendo de la cama hacia el balcón. Estaba tratando de convencerlo de que me dejara salir de la c...