Read with BonusRead with Bonus

CAPÍTULO CIENTO SEIS

Mis ojos se abrieron de golpe, mirándola con una expresión vacía. Probablemente parecía que había visto un fantasma.

¿Por qué me odia? ¿De verdad piensa que quiero estar en la vida de Sin por su dinero? Que era una cazafortunas.

—Ari —gruñó Sin—, te sugiero que pienses bien antes de decirle otra pal...