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Capítulo 389 Llegamos tarde

Todos se quedaron en la puerta, inmóviles, durante unos minutos.

David estaba preocupado de que Eva resistiera de nuevo. Si intentaban detenerla, serían ellos los que saldrían lastimados.

Solo podían detenerla, no hacerle daño.

Afortunadamente, Eva no era una mujer impulsiva.

David miró a Eva e ...