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Capítulo 380: También puedo abrazarte cuando bajemos del avión

Michael miró su plato, con las cejas ligeramente fruncidas.

—Eva, solo has dado unos pocos bocados.

Ella permaneció en silencio.

Michael podía notar que ella estaba resistiéndose en ese momento.

Sus labios delgados se apretaron, y luego pensó en algo.

Dijo, —Está bien, entiendo. No te gusta cóm...