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Capítulo 373 Dame algo de tiempo

Layla se apresuró a volver a casa lo más rápido que pudo, pero ya eran las nueve en punto.

Empujó la puerta y la abrió. La casa estaba tranquila y cálida, con una iluminación suave.

Layla dejó las llaves en silencio, se cambió a las zapatillas y caminó por la casa, pero no vio a Samuel ni en la co...