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Capítulo 311 La corriente eléctrica al alcance de la mano

La primera reacción de Layla fue aceptar, pero al segundo siguiente, declinó: —Mi teléfono se está quedando sin batería y necesito guardar algo para la sesión de la tarde.

—Señorita Adkins, tengo un banco de energía aquí —ofreció inmediatamente el conductor.

Layla se quedó sin palabras.

Los labio...