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Capítulo 128

—Ahora me suplicas.

—¿Cómo puede un mortal como tú invocar llamas azules? —sonaba asustada, mirando mis manos, que estaban produciendo chispas. Me había quedado tanto tiempo en moteles que mi olor estaba enmascarado por el de ellos. Una sonrisa se formó en la esquina de mis labios.

—Eso es algo qu...