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Capítulo 40 Las chispas se encienden

Finnegan se quedó un poco sorprendido y se inclinó más cerca para inspeccionar.

Sin darse cuenta, el rostro de Finnegan casi había alcanzado el de Ophelia, cuando de repente, Ophelia abrió los ojos.

El rostro apuesto de Finnegan estaba justo frente a ella, bañado por la luz de la luna, emanando un a...