Read with BonusRead with Bonus

Capítulo 128 No puedo vivir sin ti

Una y otra vez siendo ignorada, solo se podía imaginar cómo se sentía Celia.

Viendo a Finnegan tratar a la señora Abbott con tanta paciencia y humor, Celia no pudo contener las lágrimas, —Finnegan, ¿qué quieres de mí? Siempre tengo tus mejores intereses en mente, pero no importa lo que haga, nunca ...