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14. La verdad es que no hay verdad.

Eros

Si cualquier otra mujer se atreviera a abofetear a Eros, él no lo tomaría tan amablemente. Al principio, estaba sorprendido: el aparentemente débil humano lo había golpeado. Luego, Eros se sintió un poco enfadado. Después de unas cuantas respiraciones profundas, su expresión facial cambió ...