Read with BonusRead with Bonus

Capítulo XXXV

Lluvia

Caleb mira la selva, dándome la espalda, mientras yo observo su marca, la corona de hielo. Quiero pasar mi dedo sobre ella, pero resisto la tentación de tocarla. Caleb no dice nada, y yo solo me quedo ahí, preguntándome en qué estará pensando.

La profecía viene a mi mente, y todo lo qu...