Read with BonusRead with Bonus

Capítulo XXV

Lluvia

Es alrededor de la hora del almuerzo cuando Caleb y yo finalmente salimos de la sala de piano. Caleb entrelaza nuestros dedos y besa mis nudillos antes de llevarme al comedor. Su aroma es fuerte, y sé que está feliz. Yo aún no estoy allí, pero me siento no solo segura, sino también conte...