




8
POV de Valenzano:
Me costó toda mi fuerza de voluntad salir de ese baño. Quería entrar con ella y follarla tan fuerte que la bañera se rompiera. Soy un Alfa y la contención es algo que practicamos toda nuestra vida. Demonios, una parte de nuestro entrenamiento es mantener el control cuando se trata de nuestra pareja.
—¿Viste lo tranquila que estaba con nosotros en la habitación mientras estaba desnuda? —preguntó Vintage emocionado.
—Sí, su excitación casi nos hace perder el control —dije, incapaz de dormir sabiendo que mi pareja estaba tan cerca y a la vez tan lejos.
—Necesitamos un desahogo —afirmó lo obvio, mi polla sigue dura.
—Sí, lo necesitamos, pero deberíamos esperar ese desahogo de ella —dije.
—¿Por qué demonios no? —preguntó molesto.
—Porque claramente tiene algo en contra de los cambiantes. Ah, y es humana —dije sarcásticamente.
—Así que, una vez más, vamos a tener que complacernos a nosotros mismos —dijo y vi cómo ponía los ojos en blanco.
Tiene agallas. Este es el mismo lobo que solía odiar cuando tenía sexo con lobas a lo largo de los años. Ahora quiere devorar a una mujer humana desprevenida. Tendrá que acostumbrarse a que use mi mano para satisfacernos.
Después de masturbarme cuatro veces, aún no estamos satisfechos. Vintage está inquieto y quiere salir. Me puse unos pantalones cortos para salir a correr. Una vez que salí de mi habitación, olí el aire y percibí el aroma de miel y mango. Pero esta vez su aroma tenía un añadido de chile y estaba llenando el pasillo.
—Está cachonda, imbécil... por eso hay un aroma añadido —dijo Vintage saltando como una loba en celo.
Perdimos toda nuestra fuerza de voluntad y entramos en su habitación. Para nuestra sorpresa, no estaba allí. Seguí su aroma preocupado. ¿Y si se fue o se perdió tratando de encontrar a Jazz o algo así? Maldita sea, ahora me arrepiento de no haberle dado un recorrido para que supiera dónde encontrar a Jazz.
—¿Dónde demonios está? —dije para mí mismo.
—Obviamente está en algún lugar de la casa —No te estaba hablando a ti. ¿Por qué mi lobo es tan imbécil?
—Vintage, no te estaba hablando a ti —me estoy frustrando con su comportamiento. Nunca discutimos así y hemos estado juntos durante trescientos diecinueve años. Desde que encontramos a nuestra pareja, ha estado actuando de manera diferente.
—¿Oyes eso? —preguntó.
—Sí... es música... y viene de la cocina —dije, luego corrí hacia la cocina.
—Voy a tomar el control —dijo y me empujó hacia atrás.
Está a punto de arruinar nuestras posibilidades de hacerla nuestra. Intento atravesar la barrera que ha puesto, pero no puedo. Vintage nunca me había hecho esto antes. Está perdiendo el control porque encontramos a nuestra pareja. Incluso intenté enlazarme mentalmente con West para pedir ayuda, pero no respondió. Todo lo que puedo hacer es observar y ver qué hace.
Mientras camina hacia la cocina, rezo a la diosa para que no haga nada deshonorable. Ha habido informes e historias sobre lobos Alfa que perdieron el control. E hicieron cosas horribles a su pareja. Cleo es una humana frágil, es fácil para un lobo fuera de control lastimarla.
—Vintage, juro por la Diosa que más te vale no lastimarla —dije.
—No voy a lastimarla. Voy a follarla, reclamarla, hacerla nuestra Luna, y luego le pondré nuestros cachorros. En ese orden —dijo.
—No lo harás, y quiero decir que no la forzarás a nada —ordené.
—Primero que todo, ¿qué crees que soy? Nunca forzaría a mi pareja ni a ninguna mujer a nada —dijo, sonando ofendido.
—Lo que sea —dije, poniendo los ojos en blanco.
POV de Vintage (Lobo de Valenzano):
Mientras camino hacia la cocina, su aroma me golpea con fuerza. Está llenando el aire. La veo con una bebida en la mano cantando junto a la canción que está sonando. Me apoyé en el marco de la puerta con los brazos cruzados sobre el pecho, observando cada uno de sus movimientos. Veo cómo su trasero se mueve bajo la camiseta.
—Se ve sexy con nuestra camiseta —estoy listo para arrancársela.
—"Let me lick you up and down till you say stop" —canta junto con la canción y su excitación aumenta. Sin pensarlo, caminé hacia ella y la acorralé entre mis brazos. Presioné mi dura polla contra su trasero. Ella dejó de bailar y apagó la música.
—Puedo hacer eso si lo deseas —dije, susurrándole al oído.
Lentamente se da la vuelta y me mira de arriba abajo. Puedo escuchar su corazón acelerado. Coloco mi rostro en el hueco de su cuello, donde la marcaré, e inhalo su aroma. Suelto un gruñido bajo solo al olerla.
—¿Hacer qué? —pregunta nerviosa.
—Lamerte de arriba abajo —le digo con una sonrisa.
Sin pensarlo, la levanto y la coloco en el mostrador, con mis piernas entre las suyas, y empiezo a besarla y lamerla. Sabe a cielo. Quiero más de ella, tengo que tener más de ella. Su punto sensible allá abajo se endurece mientras lo chupo. Su loto huele increíble. No huelo rastros de un hombre dentro de ella recientemente.
Valenzano es un tonto. La tendré esta noche. Esta noche la haré mía, pase lo que pase. Cleo tendrá que entender y aceptar que es nuestra. Y no tiene elección en el asunto. No la forzaré, pero se someterá a mí, a nosotros.